Todos y todas queremos lo que no podemos tener, imaginamos cosas que sólo pasan en nuestra cabeza que nos lastiman, nos comparamos con los demás y cuando tenemos algo por lo general lo damos por sentado con el tiempo.
¿Quejarnos nos convierte en personas malagradecidas? No todo el tiempo quiero trabajar y estudiar en un ciclo sin fin que sólo se rompe los fines de semana; hay días en los que mi cabeza va muy rápido y siento que me quiero bajar del juego de mi mente.
No tener tiempo para todos y cada uno de los vínculos de mi vida me molesta pero aún no encuentro como hacer espacio para todo; sentirse culpable por no cuidarme a mi, física y mentalmente pero no hacer nada al respecto me vuelve ¿irresponsable o malagradecida? Creo que es sinónimo de cansancio extremo por la cotidianidad de las responsabilidades de un adulto nuevo.
Dedicarle más tiempo a mi proyecto de escritura es lo que me gustaría hacer pero que sigo posponiendo porque "puede esperar" nada puede esperar mucho tiempo.
Me gusta todo lo que tengo y hago. Si esperar con ansias los días de asueto es mediocre, por ahora me emociona.
No eres malagradecido si a veces no quieres tus responsabilidades y proyectos, el único proyecto de la cuál no puedes dejar de agradecer es de ese que es tu escencia, que por más que no tengas tiempo para hacer cosas, eso siempre tiene tiempo. Esto aplica también para personas.
Sé malagradecido a veces, pone las cosas a perspectiva.
Procura a los que te rodean porque son lo más valioso que tenemos, eres especial para ellos y ellas.
Ser malagradecido pero humano.
-Un gran humano
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