Hoy extraño lo que tuve y ya no tengo, lo que era hace un año y todo lo que me parecía importante; me gustaría escribir sobre la dicha y desdicha que conlleva extrañar.
La nostalgia es esa ráfaga de viento que te visita, se sienta y espera a que reacciones para irse. A veces cuando viene, quiero gritarle y rogarle que me regrese eso que extraño, esa persona que ya no me quiere en su vida o esa etapa de la vida que no va a regresar; a veces quiero llorar frente la nostalgia a ver si así y sólo así se apiada un poco de mí.
En otras ocasiones ( como hoy) prefiero sentarme con ella, reaccionar pero de una manera distinta, viéndola con todo lo bueno, todo lo lindo que fue y ya no es pero sin añorar volver. Abrazo el sentimiento al escribir esto pero una parte de mí sabe que la nostalgia sólo es una visitante pasajera, que viene y te recuerda lo que fue para luego irse y que sigas viviendo.
Porque la vida no se detiene, la vida sigue andando mientras olvidas todo lo soñado, propuesto y prometido que por alguna razón ya no fue. Si no extrañara nada la vida sería muy monótona y no tendría sentido.
Vivimos de recuerdos mientras formamos otros.
Hoy extraño algunas cosas y personas, ¿y tú?
-cacho de humano
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