A veces no tomamos decisiones porque creemos que esa situación, oportunidad o salida con amigxs se va a volver a repetir. Por lo general no es así. No podemos dejar de hacer cosas por temor a equivocarnos.
Esta entrada va especialmente para mi trasero cobarde que no ha escrito nada dentro de un mes por miedo a que nadie la lea y no sea lo suficientemente importante.
Este tema lo he tocado varias veces pero las cosas se dicen tanto que en algún momento lo empezamos a creer. La vida no viene con ensayo humano que está leyendo esto. No podemos ir por ahí dudando de lo que hacemos o no hacemos porque esos dos tiempos que tardamos en tomar una decisión hacen que la oportunidad se extinga o se piense de más al grado de empezar a causar sentimiento de abrume.
No podemos esperar a hacer las cosas hasta que alguien nos dé una validación externa de que lo estamos haciendo bien. No seas como mi yo tirado en el piso para que lo levanten (en ocasiones soy). La validación externa, el síndrome del impostor y la falsa idea de que las cosas pasarán algún día sin hacer un esfuerzo porque pasen es el combo matón que inunda tu cabeza y te deja en modo avión.
Al estar en modo avión sólo te quejas de que las cosas no funcionan pero todo está pausado. La vida no viene con ensayos y es más divertida cuando haces actividades de play mobil en lugar de quejarte y sólo ser expectador de la vida de los demás.
Mi actividad play mobil favorita es escribir, lo dejé de hacer como si pudiera hacerlo cuando sea y para siempre. Hay que publicar para que te lean.
No me refiero sólo a escribir, ¿tú sigues en ensayo?
-Un gran humano
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