No confio en las personas que tienen sus zapatos limpios todo el tiempo. No necesariamente me refiero al calzado de las personas, sino esta analogía refiere a que las personas que no "ensucian" sus zapatos son las que menos historias tiene que contar por miedo a ensuciar su calzado.
Una persona curiosa, en busca de respuestas suele tener sus zapatos sucios por lo interesnte que resulta su camino. Desde que escuché esta frase he tratado de mantener mis zapatos algo sucios la mayoría del tiempo.
Al hacer esto (literalmente) persigo lo que me parece interesante sin temor a ensuciarme o a no ir a investigar algo por lo difícil del "terreno" en el que esa cosa se encuentra.
Los zapatos sucios representan esas conversaciones incómodas, esas metas que representan más motivación que disciplina, jábitos complicados de concretar o cortar lazos con personas que no te hacen bien. También los zapatos sucios pueden ser unos simples tenis sucios que usas la mayor parte del tiempo para cada una de tus actividades.
Mi alma de periodista me grita cada vez que no quiero hacer algo que me puede sacar de mi zona de confort o que represente una gran historia que mis tenis DEBEN permanecer lo suficientemente sucios si no la vida sería muy aburrida.
La próxima vez que dudes en hacer algo que probablemente sea una gran historia o que te hará un bien a largo plazo voltea a ver esos tenis sucios de tu cuarto (todxs tenemos un par de tenis sucios) y recuerda hacer lo más interesante.
Yo escribo con mis tenis sucios puestos; ¿tú qué haces?
-Cacho de humano.
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