Lilies
- Carla Castillo
- 11 abr
- 1 Min. de lectura
La vida a veces da segundas oportunidades; quizá no es cuando más nos conviene o cuando lo esperamos, pero lo hace.
Esto pasa cuando vuelves a coincidir con alguien, cuando escuchas una canción que te encantaba en la adolescencia o cuando un extraño devuelve tu cartera que acabas de extraviar.
En esta entrada me enfocaré en el primer ejemplo mencionado, coincidir con alguien.
¿Haz sentido esa emoción en el estómago cuando sabes que te vas a arrepentir de algo si no lo haces? bueno, eso sentí cuando decidí buscarte. Sabía que no me iba a arrepentir.
El timing más inadecuado posible pero eso le da un no sé qué que lo vuelve algo agridulce. Conocerte se sintió como volver a empezar sin siquiera empezar algo.
Gracias por estar y enseñarme lo maravilloso que puede ser conocer la vida de alguien más mientras descifras la tuya.
Me regalaste inspiración, sigue siendo esa calma, calidez, determinación y certeza que eres.
Aquí, en la tierra o el mar, las lilies son tuyas. x
-cacho de humano
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