En este mundo de estímulos, colores, miles de experiencias y creencias a veces me resulta complicado escoger lo que quiero que esté en mi vida en el presente.
No sé si te pasa que tienes tantas opciones que no sabes que puerta abrir o que puerta clausurar para no volver a abrir jamás; eso pasa cada día que tomamos una decisión.
Ese curso de chino que postergaste para el año siguiente, la maestría a la que entraste, el tema de tu tesis, ese trabajo que aceptaste hace casi un año o simplemente decidir qué ropa usar hoy.
Hace poco escuché que “en cada decisión que tomamos elegimos ser buenas o malas personas, es cuestión de elegir” y creo que hay cierta verdad en la frase; entiendo que no podemos saber qué es lo que va a pasar cuando decidimos algo pero lo realmente importante es lo que nos hace sentir.
Si la decisión que tomas te hace sentir seguridad, paz, amor, satisfacción y cualquier adjetivo que consideres positivo quizá es la correcta; incluso si la decisión que tomas duele, si es la correcta se va a sentir como la correcta, incluyendo el dolor.
Mantengamos lo que nos parece importante a diario, esto cambia siempre pero no porque lo que queremos en este momento no es lo mismo que hubiéramos decidido en el pasado, no significa que podemos usarla en el futuro.
Hagamos decisiones más conscientes para mantener lo que nos parece importante, ¿qué decides hoy que realmente te importe?
-cacho de humano
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