El primer cuadro que compré con mi propio dinero es una ilustración de un artista de mi ciudad que representa los golpes que da la vida cuando nos enfrentamos con su cara más sincera.
Últimamente por las noches siento algo dentro de mi que no deja de pensar todo el tiempo sobre lo que sigue para mí; verán, con la escuela uno sabe que va a volver a otro grado acabando las vacaciones pero ya terminada la escuela las vacaciones son eternas hasta que encuentres algo que hacer.
Esto puede ser un trabajo de 9 a 5, un emprendimiento, tiempo para ti, nutrir tus relaciones sociales, amorosas y familiares o simplemente hundirte en el incierto futuro que representa verte por primera vez cara a cara con la realidad.
La mayoría de las personas que asisten a la universidad en México se enfrentan a su futuro incierto a una edad de entre 21 y 25 años; en lo personal considero que se siente como si se te acabaran las opciones sin siquiera haberlas visto o conocido; sin haberlo intentado.
Pienso que los jóvenes nos sentimos así por la cantidad inmensa de opciones que se nos presentan y nuestra perspectiva a cada uno de esos escenarios que por lo general es fatalista.
Enfrentarse con la capacidad de decidir y elegir que es lo que haremos con el resto de nuestra vida a veces se siente como un gancho derecho directo a la boca del estómago.
Es inevitable crecer e intimidarse por lo que vendrá, tan inevitable que el plan puede modificarse las veces necesarias para que te funcione a ti y a tu vida en ese preciso momento.
Slow down kid, vamos empezando.
-Cacho de humano
Comentarios